Las bajas temperaturas extremas que se registraron durante las últimas semanas en distintas regiones de Jujuy dejaron un saldo preocupante para el sector agrícola. Productores del Valle de Los Pericos y zonas hortícolas del interior provincial denunciaron pérdidas significativas en cultivos, con estimaciones que en algunos casos alcanzan el 40% de afectación.
Las heladas, especialmente intensas durante la segunda quincena de junio, afectaron cultivos como lechuga, acelga, cebolla, papa, pimiento y tomate, generando una reducción notoria en los volúmenes de producción disponibles para el mercado local. A esta situación se suma la dificultad de reposición inmediata, ya que los tiempos de siembra y cosecha no permiten una rápida recuperación.
“Las pérdidas son grandes y ya se sienten en los precios”
Según testimonios recabados por distintos medios locales, los productores señalaron que las heladas “fueron más fuertes que otros años” y afectaron incluso a cultivos que suelen resistir bien el frío. En algunas fincas ubicadas en Los Alisos, El Ceibal, Perico y San Antonio, la escarcha matutina provocó la quema total de los cultivos en superficie. Desde el Mercado de Concentración Frutihortícola de Perico, los operadores ya advierten variaciones en los precios.
“Cuando hay menos producto en el campo, se encarece todo, eso es así. Y esto está empezando a pasar”, señalaron desde el sector comercial, anticipando posibles aumentos en los precios al consumidor.

Consultado sobre el impacto de la ola polar, Patricia Ríos, secretaria del Ministerio Desarrollo Económico y Producción de Jujuy explicaron que “los productores ya saben que estamos en época de heladas” y que es parte de un fenómeno estacional. Sin embargo, destacó que desde el gobierno provincial se están haciendo relevamientos de daños para evaluar si corresponde alguna medida de asistencia o contingencia.
El productor sabe que debe estar preparado, pero también sabemos que estas heladas fueron muy intensas y afectaron más de lo esperado. Estamos evaluando si se pueden tomar medidas paliativas, aunque los recursos son limitados
Riesgo de desabastecimiento y consecuencias a mediano plazo
Uno de los temores del sector es que la baja oferta de verduras locales genere un desbalance en el abastecimiento y que se deba recurrir a productos de otras provincias, encareciendo aún más los precios. Además, hay incertidumbre sobre cómo continuará el invierno, ya que el pronóstico extendido no descarta nuevas heladas en julio.

Frente a este panorama, los productores insisten en la necesidad de mayor apoyo técnico y financiero, tanto para invertir en infraestructura que proteja los cultivos (como invernaderos o riego por aspersión) como para recuperar las pérdidas recientes.
La situación en el campo ya repercute en las verdulerías. “La lechuga, que la semana pasada estaba a $900 el kilo, hoy ya cuesta $1.200, y no hay tanta variedad como antes”, comentó una comerciante del centro de San Salvador de Jujuy.
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